Agustín Etienne es el representante de Rocío Flores y, tal y como demostraría una grabación, también la persona que mueve los hilos tras la hija de Antonio David y Rocío Carrasco. 'Socialité' ha contado en primicia la existencia de una grabación en la que se escucha a Agustín dando instrucciones a Rocío instantes antes de su intervención en 'El programa de Ana Rosa'.

Con esta grabación quedaría demostrado que Rocío Flores no solo está influenciada por su padre, Antonio David, si no también por la persona que se encarga de sus apariciones en televisión: "Le dijo lo que tenía que decir en su polémica y comentada intervención en 'El programa de Ana Rosa', punto por punto y palabra por palabra".

Tras su operación de pecho, Rocío Flores ha regresado a televisión pisando fuerte y asegurando que si ella habla y cuenta su versión de los hechos "se cae España". Quedaría así demostrado que, tal y como colaboradores sospechaban, tras el cambio de actitud de Rocío en los últimos meses estaría la influencia de terceras personas.

'Socialité' ha desvelado en exclusiva parte del contenido de la grabación que va a revolucionar los platós de televisión, concretamente dos frases. En la primera, Agustín le da a Rocío instrucciones directas sobre lo que tiene que decir tras las declaraciones de su madre dictándole, literalmente, la frase de la que todo el mundo habla: "El día que yo hable se cae España".

Además, Etienne deja claro que la noche anterior el representante y Rocío tuvieron una conversación en la que planearon la forma de actuar en su regreso a 'El programa de Ana Rosa'.

Nuria Marín no tiene dudas y está convencida de que con estas frases Agustín y Antonio David lo que persiguen es que la cadena ofrezca a Rocío Flores un programa, tal vez un especial o una docuserie como la de su madre, para contar su verdad.

Tal y como ha podido saber 'Socialité', no solo Agustín está detrás de los movimientos de Rocío Flores, Antonio David habría llamado hasta en cuatro ocasiones a Agustín durante la intervención de su hija en 'El programa de Ana Rosa', cuatro llamadas en las que habría dado instrucciones directas al representante sobre lo que su hija debía hacer y decir.