Sale a relucir treinta años después. Elena de Borbón habría tenido un vicio inconfesable, una adición que remediaba con ayuda de cómplices… ¡Era adicta a la teletienda! Compraba casi todo lo que veía a través de los programas de la televisión emitidos durante la madrugada. ¿Qué era lo que más compraba? ¿Cuál era su gran perdición? Os lo contamos en el vídeo.