Este pasado viernes Sofía Suescun concedía la que sin duda ha sido la entrevista más dura de su vida. La influencer se sentaba en el programa de Bea Archidona y Santi Acosta para relatar por primera vez y en primera persona lo que ha vivido durante estos años de convivencia con su madre, una convivencia marcada por los celos, la presión y las broncas.
Sofía comenzaba su relato contando lo que había ocurrido entre ellas el pasado 4 de agosto y que supuso para Sofía un punto de inflexión: "Mi madre empieza molestarme en el gimnasio y a machacarme al decirme que no debería haber ido (a 'Supervivientes'), que lo había hecho muy mal y hablando despectivamente de Kiko. Me miro al espejo y digo '¿Esto qué es? Por qué tengo que vivir esto siempre?' Quiero tomar mis propias decisiones, aunque me equivoque, pero no con ese machaque. Me hace click el cerebro, mientras lloraba con mucha ansiedad".
Inmediatamente, Sofía se dio cuenta de que no podía seguir así y que debía plantar de una vez por todas cara a su madre. La superviviente abandonaba su propia casa y acudía a refugiarse a casa de su hermano: "Mi madre se pensaba que solo había sido un rebote, pero no, ese día en mi cabeza algo hizo click".
Sofía contaba que, con ciertos engaños, entre ella y su hermano Cristian habían logrado que su madre abandonase su casa, algo que solo duraría unos días, ya que poco después su madre se presentaría allí "hecha un furia, como poseída" teniendo que acudir la policía a solucionar la situación: "Mi madre saltó la vaya, estaba fuera de sí, yo me encerré en una habitación con mis perros, muy asustada".
Maite Galdeano, que sigue muy de cerca las intervenciones de su hija y de Kiko Jiménez en televisión, no se perdía ni un segundo de la dolorosa entrevista de su hija y, pese a que no ha querido contestar a los reporteros que la esperaban en la puerta de su casa, la de Navarra sí que ha mantenido una conversación telefónica con nuestra compañera Daniela Requena:
"Me ha dicho que está muy enfadada, que no se cree las lágrimas de su hija Sofía porque cree que todo está montado y organizado por Kiko. Maite me asegura que no se cree lo de la denuncia que supuestamente le ha puesto el novio de su hija porque a ella no le ha llegado nada".
Con estas palabras Maite demuestra que, lejos de lo que su hija le pedía animándola a pedir ayuda psicológica, ella ha optado por desmentirles y por continuar la guerra con su hija, con Kiko Jiménez y con todo el que se ponga de parte de ellos. Sin embargo, la 'elegida de Dios', que continúa en su piso de Murcia con la única compañía de su perrito, sí que ha pedido a su hija a través de redes sociales que ambas acudan a una terapia familiar para solucionar sus problemas, algo que Sofía rechaza: "Yo de momento no estoy preparada para ver a mi madre, la tengo bloqueada en el móvil".