La propia Mercedes Milá era la encargada de narrar a través de sus redes sociales el pequeño naufragio en el que se veía envuelta en aguas menorquinas. La presentadora salía a navegar en compañía de su sobrina Ana y de su perro Scott y se quedaba sin gasolina en la embarcación.
La periodista reconocía haberse olvidado de preparar un bidón de gasolina para imprevistos, algo muy importante a tener en cuenta cuando se sale a navegar.
Pero lo que realmente molestó a la presentadora no fue el hecho de quedarse tirada en alta mar si no el hecho de que algunas embarcaciones cercanas no parasen a ayudarles:
"Ha tenido que venir a rescatarnos y remolcarnos un amigo porque ha sido acojonante la falta de solidaridad de los que navegan en el puerto de Mahón, el 90% son unos cazurros del mar que no saben que aquí hay que ayudar a la primera".
Cuando ya había pasado el mal trago, la presentadora hacía examen de conciencia y rectificaba: "Cuando en redes sociales insultas lo que recibes son insultos, me equivoqué por el calentón de la situación y no debería haber insultado a nadie, pido perdón".