Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dieron el ‘Sí quiero’ durante la tarde de este sábado en El Rincón. Pese a estar todo organizado al milímetro para que la boda de ensueño fuese a la perfección, no todo salió como estaba previsto.
Íñigo Onieva protagonizó algún que otro momento que está dando mucho de lo que hablar en todos los medios de comunicación. Unas horas antes de la boda 'Fiesta' ya adelantó el fiestón que el novio tenía montado en su casa junto a su hermano y amigos.
Pero, al parecer la fiesta se fue de las manos y mientras Tamara llegaba muy puntual al lugar en el que se celebraba la boda, Íñigo llegó bastante tarde. El novio tenía que estar a las 17:00 h. en El Rincón para hacerse las fotos con su madre y comenzar a preparar todo, pero el empresario llegó pasadas las 17:30 h, según indica la reportera de 'Socialité'.
En el momento en que Íñigo salió de su casa atendió a los periodistas que tanto tiempo llevaban esperándole e indicó que ‘’todo estaba bien’’ y daba a conocer que ‘’tenía muchas ganas’’.
Pero, media hora más tarde, Íñigo sorprendió a todos lo que esperaban a las puertas del Palacio. El novio apareció en su coche con una actitud de lo más particular, llevaba puestas las gafas de sol y una gorra, algo que llamó la atención de todos.