Es más que evidente que entre José Ortega Cano y su todavía mujer Ana María Aldón existe una crisis. La pareja se las ve y se las desea para no coincidir ni en la casa que comparten en Madrid ni en el apartamento que tienen en Costa ballena: "Cuando uno llega el otro ya se ha ido, hacen lo imposible para no coincidir".
Estando así la situación no es de extrañar que cada vez salgan más informaciones que probarían el distanciamiento de la pareja. La última ha llegado hasta la redacción de 'Socialité' y no es otra que un supuesto movimiento económico de José Ortega Cano que Ana María Aldón no se habría tomado nada bien.
Al parecer, José Ortega Cano habría decidido que fuese su hija, Gloria Camila, la que gestione los bienes del torero: "Ana María quiere estar segura de que su hijo tenga un buen futuro y no se vea perjudicado si en la herencia de su padre no sale bien parado".
Según el entorno cercano a la colaboradora, el poder que Ortega Cano le ha concedido a su hija para administrar en el futuro sus bienes habría hecho creer a Ana María que la hija del torero saldría más beneficiada en el reparto de la herencia a la muerte del diestro.