Tito Valverde se convertía en el protagonista de El Comisario, una serie que marcó una época por muchos motivos. Por la gran cantidad de rostros conocidos que pasaron por su reparto, porque fue una de las primeras en España en mostrar técnicas específicas empleadas por la Policía, porque sabía encontrar el equilibrio entre las tramas policiales y las personales y, sobre todo, porque aprovechaba muchos casos reales para inspirar sus casos en la ficción. 

Por El Comisario han pasado actores y actrices de la talla de Elena Irureta, Juanjo Artero o Joaquín Climent, personajes principales en una serie en la que parte de su encanto residía precisamente en la gran química de sus protagonistas. También por sus filas pasaron Fernando Andina, Tristán Ulloa o Paula Echevarría, quienes estuvieron en alguna temporada de las 12 que duró la serie. 

En un primer momento, se planeó como una serie de comedia, pero pronto esto cambió y El Comisario pasó a ser la serie dramática que enamoró a la audiencia gracias, entre otras cosas, a los casos que investigaba y que servían para poner en evidencia situaciones reales y preocupaciones del momento. 

Pese a ser una comisaría de barrio, en San Fernando investigaron casos de gran importancia. De hecho, aunque los nombres y situaciones fueran diferentes, algunos de esos casos estaban inspirados en situaciones reales, algo de lo que los creadores de la serie se vanagloriaron, aprovechando esos sucesos reales para mostrar el procedimiento de la policía para encontrar a los culpables. Fueron casos que, si bien con el tiempo han quedado opacados por otros casos más actuales (y seguramente más impactantes), en el momento eran de gran actualidad. 

Uno de los casos más intrigantes y que dio el salto a la pantalla fue el de los crímenes de Prieto Arcán, también conocido como “El asesino de Pozuelo”. Los psiquiatras de la época le definían como “un hombre sin empatía, sin sentimientos, capaz de disfrutar con el dolor ajeno”, mató al abogado Arturo Castillo y se ensañó con su familia tras entrar a robar a su casa. 

Otro de los casos reales que se vieron reflejados en la ficción fue el de una periodista infiltrada en un grupo skinhead. También recogieron la estafa de un abogado a una inmigrante polaca o la Operación Troya, la mayor operación policial en España contra la pornografía infantil distribuida por Internet. Se detuvieron a 27 personas y el caso conmocionó a la sociedad, tanto fuera como dentro de la pantalla. 

Los casos que investigaban los agentes de El Comisario era muy variados, desde robos a asesinatos, pasando pro el crimen organizado o casos relacionados con el narcotráfico. Una gran cantidad de opciones que ponía en jaque a los investigadores, que tenían que lidiar con sus problemas profesionales, que a menudo se mezclaban con los personales. La parte humana de la serie era también esencial, sus relaciones, enfados y peleas convertía la comisaría de San Fernando en un lugar que no había que perder de vista.