Nissy se convertía en la expulsada sorpresa de la noche en la última gala. Aunque su marcha provocó las lágrimas de su hermana, Laila, y de su fiel amigo Álvaro, lo cierto es que la mayoría de la casa se alegró de la decisión de la audiencia.
Tras una noche de emociones, comenzaba un nuevo día en la casa. La ausencia de Nissy se ha notado desde primera hora. Álvaro apenas había abierto los ojos y ya lloraba de nuevo la marcha de su amiga. En la otra habitación parecían despertar más contentos. Sobre todo Adri, que hasta bailaba en la cama.
En las primeras horas de la mañana, a los concursantes les ha dado hasta por juguetear. Entre todo el revoleteo, han llegado a una conclusión: "¡Qué felicidad más plena!", decían. Comentaban el ambiente de paz que se respiraba en la casa.
Laila aún dormía. Álvaro recibía el cariño y consuelo del resto de la casa. Y pronto ha salido el tema. Rafa y Álvaro comentaban la salida de la melliza. Este último lo tiene claro: el grupo grande se ha aprovechado de que Nissy saltaba por cualquier cosa para incitarla a ello a propósito.
Cerca de la una del mediodía, ha sido 'la voz' quien ha tenido que indicar a Laila que saliera de la cama. Nada más llegar a la cocina, no ha podido evitar emocionarse. Cora se acercaba a consolarla y después era Carmen quien conseguía animarla.
Álvaro y Laila compartían su tristeza. Nadie les iba a entender mejor, la expulsión de Nissy ha sido un palo para los dos. Laila se abría completamente con él: "Te juro por mi hijo que mi mejor regalo es mi hermana", decía. Mientras, el resto también comentaba su salida y disfrutaba de la tranquilidad.
Se han despertado tarde, pero parece que el sueño les ha atrapado. La energía con la que se han levantado se les ha agotado pronto y la mayoría ha aprovechado para echar una buena siesta.
Desde el sofá, Laila y Álvaro han seguido recordando a Nissy. La echan de menos y no pueden evitar pensar en ella.
Bien es sabido que en días de bajón el dulce puede arreglarlo todo. Laila se enfrentaba al que, probablemente, había sido uno de sus peores días en el concurso. Pero a mitad de la tarde ha ocurrido algo que ha cambiado el rumbo de su ánimo.
Sonaba el teléfono y Laila entraba en la cabina. Se ha ganado un helado y ya tiene claro cómo lo quiere: de fresa, de azul o vainilla, con un chorrito de chocolate, nata, fresa y puestos a pedir, también con arándanos, frambuesas y en cucurucho.