Adrián, Kenny, Cora, Alberto y Colchero nos hablan de sus primeros días en 'La casa de los secretos', cómo echan en falta saber qué hora es, cómo se hicieron una piña al principio y luego empezaron los recelos. Además, ya están claras las afinidades y la comida les genera más de un problema... ¡Escúchales!
Adrián nos confiesa que sus miedos se acabaron una vez que entró por la puerta. Sí que experimentó cierta sensación de desorientación por la ausencia de relojes, con lo que los primeros días se le hicieron "muy largos". Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su cuerpo empezó a funcionar por rutinas: "Hoy es el día 14 y se me ha pasado volado, parece que fue ayer cuando entré".
En cuanto a sus compañeros, cree que se hicieron "una piña de golpe", pero pronto frenó y empezó a relativizar: "Tengo un caparazón", confesaba. Empezaron los recelos por los secretos de cada uno pero, dos semanas después, tiene la sensación de que no está rodeado de desconocidos, sino de amigos.
"Poco a poco te vas abriendo y ves con quién sí, con quién no y te confundes", relataba Adrián: "Con ciertas personas se está generando una relación muy buena y se está produciendo a través de la "ley de la cabra". Sin embargo, no nos la ha querido explicar y lo deja para próximos episodios...
A Kenny también se le ha hecho rara la ausencia de referencias temporales. Mientras hay luz, logra sentirse orientado, pero por la noche se complica. Quiere transmitirnos la alegría que siente conviviendo con 17 personas en una casa tan grande.
Sin embargo, lo que más le impacta es la intensidad de los sentimientos dentro de la casa y es que la emociones se viven "al máximo": "Todo va como muy intenso. Las vivencias de un día parecen las de un mes. Siempre que vean cosas en la tele, piensan que hay mucha intensidad en este sitio".
En cuanto a la comida, cree que muchos de ellos entran en un "estado de ansiedad": "Tenemos media barra de pan para cada uno y por la noche búscate la vida, empezó el canibalismo. A veces nos quedamos sin comida y mucha gente discute por tonterías: a problemas, soluciones, si no hay comida, se raciona".
Cora se dirige a sus "bebecitos y bebecitas" en el podcast de 'Secret Story'. Ha optado por describirse y lo hace como una chica muy "cariñosa", "risueña", "detallista", "generosa"... Pero también nos habla de su lado negativo: "Soy impulsiva, a veces no pienso las cosas y eso me puede jugar una mala pasada".
Sin embargo, deja claro que no tiene mal fondo y que siempre ve el lado positivo de la gente: "No me gusta ver a la gente mal aunque yo pueda ser la causa, pero lo importante es saber rectificar". Además, pedía a todos los que le veamos que sigamos un consejo: aprovechar el tiempo.
Alberto ha reflexionado sobre la importancia que damos a las conversaciones cara a cara o a través de las redes sociales: "Vengo a deciros que os dejéis de tanto móvil, tantas redes sociales y tantas charlas digitales y más charlas de tú a tú en persona".
Y es que, tras sus dos primeras semanas en 'La casa de los secretos', se ha dado cuenta de algo: "El teléfono y las redes sociales no te hacen falta en tu día a día, te hace falta la gente".
Como a Kenny, a Colchero le ha sorprendido cómo se viven la emociones a nivel "brutal". Antes creía que era imposible hacer amigos en apenas días, pero ha comprobado que es posible, igual que llorar por las emociones vividas: "Yo decía que no iba a llorar y al segundo día lloré".
"Con los chavales me llevo genial con la mayoría, con algunas no hay afinidad, pero como en todas las convivencias", nos confiesa Colchero... ¿Quiénes son sus mayores apoyos? Adrián y Marta sin duda, aunque poco a poco se han ido sumando otras personas.
Además, le pasa como a Alberto: se ha dado cuenta de que puede vivir sin redes sociales y sin teléfono móvil. Sí que echa de menos a ciertas personas, pero sabe que puede continuar hasta el final.