Cora se ha metido en la cama con Laila a cuchichear y han despertado a Carmen que se ha mosqueado: "Estoy harta de cuchicheos". Cora comenta con la melliza que el otro día la matemática estaba haciendo ruido y no dejaba dormir a Brenda. "Pues ahora te jodes", suelta como si Laila fuera Carmen. Por su parte, Carmen se desahoga hablando en voz alta: "Me voy a reír de que paséis hambre". Aquí me despido ¡Buenas madrugadas!

Colchero, que esta tarde confesaba su atracción hacia Laila, se pega a la melli en la cama y parece dispuesto a pasar la noche con ella. Cora que estaba con ellos se va a su cama y le hace gestos a Laila. Esta responde diciendo que no con el dedo.

Casi todo el personal durmiendo, pero Nissy se dedica a dar sustos. Primero le da uno a Álvaro en el baño y después uno a Laila en el dormitorio. La muchacha se resiste a ponerse en los brazos de Morfeo.

Nagore bromea con que Alatzne es otra de las que roban. La sanitaria reitera que ella es "la única de la casa que nunca ha robado". Nagore sigue picando: "Hoy no han gritado Alatzne traidora, sino ladrona". La sanitaria reta a la matemática: "¡Tú me crées cuando te digo que no te he robado no?"- La matemática no da la respuesta esperada: "Yo ya no me creo nada de nadie". Alatzne le propone darle un abrazo y Carmen lo acepta a regañadientes.

Álvaro confiesa a Carmen que también robó chocolate con Rafa. El fontanero lanza balones fuera y la matemática no para de repetir: "¡Qué fuerte!". Eso sí, de momento se queja con una sonrisa en la boca. "Te lo han dicho hace una hora. Te enfadas con retardo", le pica Nagore.

Colchero y Carlos confiesan que fueron los autores del hurto de las chocolatinas de Carmen. La matemática y Rafa recuerdan al personal que se la liaron muy gorda cuando ellos robaron la mermelada.

Nissy la monta en el dormitorio porque cree que le han robado otra vez sus galletas. Nagore le explica que ella las ha movido un poco la bolsa para darle un susto, pero nadie ha vuelto a meter la mano. Las palabras de Nagore no surten efecto y la melli sigue en bucle dando voces: "¡Dejadla, que no escucha!, concluye Nagore.

Por las miradas, por sus comentarios, por sus caricias y por sus reacciones cualquiera diría que Carmen y Rafa se gustan. Ahora los dos están a solas en el jacuzzi, después de unos días con muchas altibajos. Puede ser el momento ideal para dar un paso para delante.....pero en vez de eso juegan a ver quién aguanta más tiempo con la mano levantada.

Rafa y Carmen tienen que lavar a Nissy en el baño. Empiezan pasándole la esponja por la espalda, pero la cosa se sale de madre y acaban los dos vestidos en el agua. Primero se metió Rafa y tras salpicar a su ojito derecho, la matemática acaba en el mismo lugar. Acto seguido empiezan una pequeña tertulia, los tres en el agua.

Rafa y Carmen se juegan a piedra, papel o tijera quién de los dos sabotea la prueba. Gana Rafa y le manda a su compañera abrir el grifo de la cocina lo que supone un fallo de prueba. La muchacha obedece sin rechistar.

Nissi se despacha a gusto con los vasallos: "No podéis pasar aquí esclavos. Oléis mal...Lleváis un mes sin ducharos...Si no os vais, mañana os ejecuto a primera hora", suelta. Nagore se parte de risa.

Marta cuenta que como espectadora le han gustado siempre los perfiles de mujeres folloneras que mueven el cotarro como Adara o Sofía Suescun, pero en la casa no le gusta nada convivir con ese tipo de carácter como el que tiene Nissy. "A mí las gemelas me dan ternura", reacciona Nagore. Argumenta que hay una historia de vida detrás que explica su comportamiento.

Le preguntan a Nagore si en caso de ser concursante y estar ahora en la casa, podría perder los papeles. Ella cree que no, aunque reconoce que se "hubiese puesto cardiaca en muchas ocasiones". La presentadora asegura que es muy difícil estar en esa casa y le da rabia por esos haters y colaboradores que "son muy injustos".

Nagore confiesa que hay una parte de ella que no le gusta: "Hay veces que me vuelvo como la hija del exorcista", reconoce. Asegura que en ocasiones le gustaría saber dar un paso atrás, pero hay cosas superiores a sus fuerzas.

Nissy se siente como pez en el agua haciendo de noble. La muchacha no para de dar órdenes y amenaza a Carmen, en tono de broma, de tenerla mañana todo el día lavando platos.