Dani se pasea por la casa pensativo
Jesús y Dani rompen su silencio para pensar y especular sobre lo que pasará hoy. "Qué locura, tío", dice Dani. Tienen claro que se acaba pero ya está. Ni cuando se irán ni cómo será la noche ni si saldrá el tercer finalista antes que los demás, nada. Los nervios empiezan a hacer estragos y Dani decide no comer más. "Me está entrando un dolor de barriga...", dice. Y nos confirma que son los nervios. Así que se levanta, se pasea hacia el salón y deja a su hermano solo. Jesús tatarea alguna canción que no logro descifrar y en seguida vuelve el silencio. Se queda mirando a la nada y aparece Dani, que tampoco habla.
Dani sigue paseándose por el salón que vemos que está con la parte del jardín donde el Cubo todo tapado con una persiana. Algo se cuece detrás. El gemelo se queda mirando el sofá donde están las bufandas con sus números de teléfono. Esos número a los que habéis llamado y que proclamarán el ganador. Continúa el silencio. Se da una vuelta por la cocina andando lentamente y mirando al suelo. Parece que vaya de procesión. Y acto seguido, se dirige a la habitación. Supongo que mentalmente se estará despidiendo de todos los rincones de esa casa.
Bueno, pues el minutado de la mañana finaliza aquí. Qué pena, oye. Pasad una bonita tarde y, por supuesto, no os perdáis la gran gala final. Gracias por acompañarme a través de la pantalla, secreters. Esto no es un adiós, es un hasta luego porque volveremos a leernos muy pronto seguro. Y ya sabéis... ¡Sed siempre muy felices!