Miriam dice que a partir de ahora habrá puñaladas
En la cocina está Miriam haciendo de heraldo del mal, contando que recuerda que en cuanto llegó la campaña electoral se quitaron todos las máscaras y empezaron las puñaladas. Que fue lo más duro de la edición. Les advierte que cuidado con las preguntas envenenadas de unos a otros y que les pueden meter el dedito en la llaga, que diría Nissy, en las conexiones.
Marta se preocupa un poco por estas predicciones funestas y se va de la cocina.
Siguen contando las horas que creen que les quedan en la casa y Carlos sigue con el subidón de la campaña.
Marta vuelve y dice que su sobrina, que no hablaba cuando entró, en tres meses estará enorme. Hablan de la fama post programa y Rafa dice que cuando salga le dirán cuatro cosas cuando les encuentren por ahí, pero que en dos días pues ya está. Miriam dice que a Marta le van a poner en un altar procesional en su pueblo cuando vuelva. Que a ella le hicieron eso. Rafa se ríe.
Con la campaña en pleno apogeo y la resaca del poder del atril y los banderines pasamos el testigo a José Comas. Estamos de vigilia por lo de los lamparones de la sudadera de Tom y espero que no me lo estropeen lanzando puñaladas esta noche como predice Miriam. Y las manchas de sangre, esas si que salen fatal del algodón.