La gran Verónica Forqué se ha sentado por primera vez en el plató de 'Sábado deluxe'. La actriz ha derrochado simpatía y naturalidad como es costumbre en ellas y ha roto tabúes como el sexo a partir de los cincuenta, las drogas o la prostitución.
Verónica ha conquistado a Jorge Javier y a los colaboradores del programa hablando sin cortapisas de todo aquello que forma parte de su peculiar personalidad. La actriz ha repasado con el presentador los momentos más difíciles de su vida, como lo fue la separación de su marido en 2014: "Después de 35 años me di cuenta de que no estaba enamorada, eso fue durísimo".
Verónica, que ha soportado la muerte de sus padres, su hermano y muchos de sus amigos, ha encontrado en la marihuana una vía de escape:
"No quiero hacer apología de la marihuana ni lanzarle a la gente la idea de que fumar está bien, pero hacerlo para mí es como estar con esos seres que quiero que ya no están, mis padres, mi hermano, los amigos de mi generación… hablo con ellos".
Verónica ha explicado que durante su matrimonio dejó de fumar, pero con la separación volvió a hacerlo: "No bebo nada de alcohol, me cuido, pero me gusta fumar hierba (...) Tengo 65 años y puedo hacer lo que quiera, no molesto a nadie".
La única hija nacida del matrimonio de Forqué con su exmarido, el director de cine Manuel Iborra, es una transgresora joven llamada María que, al igual que su madre, no deja a nadie indiferente. Sus polémicas imágenes en redes sociales provocaron que su cuenta fuese cerrada, pero Virgen María, como artísticamente se hace llamar, tiene miles de seguidores que acuden a sus performances y actuaciones.