Olfo Bosé ha renunciado a su nombre y ahora quiere que se le llame Rodolfo Salvatore. El hijo de Lucía Dominguín acude a ‘Viernes Deluxe’ para habar del infierno que relató su madre el pasado 28 de mayo en ese mismo plató: el secuestro que sufrieron tanto él como su hermana Bimba Bosé cuando su padre se los llevó a EEUU y estuvieron año y medio alejados de su madre.
Rodolfo nos cuenta que tenía unos cinco años cuando aquello sucedió y que la memoria le juega malas pasadas para recordarlo todo con nitidez. Confiesa que en ningún momento sintió que era secuestrado porque estaba junto a su padre y que, debido a su hiperactividad, decidieron medicarle: “Los médicos le aconsejaron a mi padre drogarme”.
“Me daban una pastilla y tengo recuerdos fotográficos. Mi hiperactividad era una enfermedad para los americanos”. Además, Rodolfo cuenta que vivió “una situación traumática” porque, cuando comenzó a decir que quería estar junto a su madre, “me dicen que mi madre no me quiere. Abducido. Me decían eso pero sentía que ellos tampoco me quería y me decía, ¿dónde me quedo yo ahora, en el limbo?”
Recuerda que, cuando vieron a su madre en EEUU, estaban tan “absorbidos” que sentían que no les quería. “Al volver a España, la vida con mi madre es rara, después de un proceso muy duro. Mi madre nos ganó con amor y con caldo de gallina”. Pasados los años, Rodolfo ha reflexionado bastante y ha llegado a la conclusión que el único objetivo de su padre era provocarle dolor a su madre. Pero reconoce que, tanto él como su familia, han aprendido a perdonar.