La entrevista a Paz Padilla en 'Sábado Deluxe' es una de las más emotivas que se recuerdan en Telecinco. La presentadora habló con el corazón en la mano sobre la muerte de su marido, explicó que la vida es una carrera de fondo y que lo único que tenemos que hacer es querer y amar a los que nos rodean.
Tras su emotiva y sincera charla junto a Jorge Javier, Paz Padilla ha recibido una ola de mensajes de apoyo, de comentarios de ánimo y muchas otras personas a las que le ha servido de ejemplo para seguir yendo hacia delante. Unas reacciones que no han pasado desapercibidas para la andaluza, que ha respondido con mucho cariño a sus seguidores.
Paz Padilla, desde Suiza, ha contestado a todos con un vídeo y un texto lleno de sentimiento: "Aprendiendo a caminar sola observando la belleza que me rodea". Luego, se ha referido a los fans: "Gracias a los miles de mensajes que escribisteis, mi única intención ayer fue mostrar lo que me ha ayudado, gracias por entenderlo y deseo que tengáis mucho amor en vuestras vidas".
En el vídeo aparece la presentadora en un sendero, observando las maravillas de la naturaleza, rodeada de vacas y un precioso paisaje verde. Luego, Paz Padilla echa a andar por el camino hacia el final, donde está la luz, con un enorme sol que está apareciendo en el amanecer.
El pasado sábado Paz Padilla se sentaba en el plató de Sálvame Deluxe en lo que ha sido la entrevista más sincera y emotiva de la presentadora. Paz explicó cómo, en un principio, la familia se pensó que lo que le ocurría a Antonio era fruto del estrés y que fue tras una visita a urgencias y haberle realizado una resonancia cuando les dieron la peor de las noticias. La presentadora confesó además que durante los últimos días de vida de su marido hizo todo lo posible por hacer que fuese feliz. "No se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alga gemela, el amor de mi vida. Es lo único que le he podido dar. Amor del bueno. Le decía te quiero y gracias, 24 horas al día", reveló.
Paz contó además que ella deseaba que Antonio muriera en casa porque "en los hospitales te enseñan a vivir, pero no a morir". Cuando ve que el proceso se acerca, ella se dijo que tenía que dejarlo marchar, no podía aferrarse a él. "Me metí en la cama con él, le toqué el pecho y le dije "ya, mi amor, recuerda: cuando me toque ven por mí... y poco a poco, se fue yendo".