Kiko Rivera ha regresado a Telecinco. Tras sus últimas declaraciones sobre la cadena, el hijo de Isabel Pantoja se ha reconciliado con la televisión que tanto sigue sus pasos y ha vuelto al plató de 'Sábado deluxe'.
El destino ha querido que hoy sea 13 de noviembre, justo un año después del estreno del escandaloso programa 'Cantora: La herencia envenenada', el formato que cambió el rumbo de las relaciones en la familia Pantoja y que marcó un antes y un después en la vida de Kiko Rivera.
Hace justo un año Kiko Rivera nos contaba en este mismo plató que había descubierto que su madre le había estafado y le había engañado con respecto a la herencia de su padre, el fallecido torero Paquirri.
Ahora, 12 meses después, Kiko Rivera regresa al plató donde empezó todo y lo hace para explicar cómo ha sido el acercamiento con su madre y para contar en qué momento se encuentra la relación entre madre e hijo:
"Cuando se produce la muerte de mi abuela a mí se me parte el alma, todos los planes que yo tenía en la cabeza se me van y me entra una sensación de culpabilidad tremenda, me siento un mierda de tío por haber pasado el último año sin hablarme con mi madre y por haberme despedido de esa forma de mi abuela".
Kiko le ha explicado a María Patiño que en La Graciosa, el lugar en el que se entera de la triste noticia, se da cuenta de que tiene que estar cerca de su madre: "Yo estaba roto porque se había muerto mi abuela, pero a mi madre se le había muerto su madre, sentía que tenía que estar con ella".
Con la muerte de Doña Ana, Kiko Rivera "cambió el chip por completo" y dejó de estar enfadado con el mundo, preocupado por los problemas con su madre, para sentirse más en paz consigo mismo y en especial con su madre: "A mi madre le he perdonado lo económico, no voy a seguir luchando por eso, tengo una vida y quiero vivirla, eso no quita que mi madre tenga que explicarme lo sucedido".