Kiko Matamoros nos dejaba a todos helados hace unos meses en el plató del 'Deluxe' cuando confesaba que era adicto a la cocaína. El colaborador, en un ejercicio de sinceridad, aseguraba que llevaba desde los 15 años consumiendo cocaína y que esta droga había llegado incluso a determinar sus relaciones personales, concretamente sus relaciones sexuales: "Si no me metía un par de rayas no me apetecía tener sexo con Makoke". Ahora es Sofía Cristo quien habla de las adicciones, tras llevar ocho años "limpia" e inmersa en un fructífero proceso de recuperación, y quien pregunta al colaborador por su situación.
Kiko ha confesado que se arrepiente enormemente de haber contado públicamente que es adicto a la cocaína. El colaborador asegura que por sus palabras recibe constantemente mensajes hirientes y que las consecuencias de su confesión han sido demasiado duras.
Pese a que asegura que no es consumidor habitual, lo cierto es que Kiko sabe que la droga es totalmente destructiva y ha querido dejar esta vez claro su mensaje: "No quiero que parezca que no pasa nada por consumir, en España mueren al año 700 personas por sobredosis, más las personas que mueren por otras cosas pero con el daño de la droga en sus cuerpos".
Uno de los momentos más duros de la conversación de Kiko Matamoros con Sofía Cristo ha sido cuando el colaborador le ha relatado con todo detalle a la DJ los momentos que pasó con su padre, el fallecido circense. Kiko le ha contado que Ángel ha sido la persona con la que él más droga ha consumido, y que lo que ha llegado a ver con su padre no lo había visto nunca antes: "Yo solía consumir cuando salía de fiesta, pero con Ángel y los que decían ser sus amigos pasábamos varios días sin parar, yo eso no lo había vivido nunca por aquel entonces".
El colaborador ha explicado que era Ángel quien suministraba la droga a todos los "parásitos" que estaban a su alrededor: "Él sacaba lo suyo y de allí consumían todos, se aprovechaban mucho de él". Kiko ha explicado que el consumo de Ángel Cristo era algo descomunal, algo que impresionó al mismísimo Kiko.
Kiko, aunque reconoce que consume con cierta regularidad, ha defendido que no tiene un problema grave puesto que no consume a diario: "Yo puedo tener dos gramos de cocaína en el bolsillo y estar días sin tocarlo". Kiko asegura que la droga no condiciona la forma en la que se relaciona con las personas de su entorno y que tener a Marta López a su lado, "una persona que odia todo esto", le ayuda a mantenerse más alejado de todo ello. Sofía le ha deseado que así sea y que la droga nunca llegue a controlarle como hizo hizo con su padre.