Maite Zaldívar se abrió como nunca en su entrevista en ‘Sábado Deluxe’, no solo habló de Isabel Pantoja, también se pronunció sobre uno de los episodios más duros de su vida: cuando tuvo que cumplir condena por la conocida Operación Malaya y su estancia en prisión.
La exmujer de Julián Muñoz recuerda como si fuera ayer el día de su detención y su primer contacto con la cárcel. Asegura que aún le sigue doliendo ver esas e imágenes y que se le parte el corazón cuando recuerda cómo corrían sus hijas tras el coche de policía el día que la detuvo la policía: “Fue de película”, aseguraba.
Maite contó con todo lujo de detalles los peores días de sus estancia en prisión. Aseguró que tuvo bastante “suerte” con las compañeras de celda, pero que sufría mucho cada vez que oía el cerrojo cerrarse: “Los cerrojazos se clavan en el alma y los ruidos de las sirenas son horribles”, aseguraba.
En su entrevista en ‘Sábado Deluxe’, Maite Zaldívar aseguraba que los funcionaros “se portaron correctamente” y que le costó “relativamente poco” adaptarse a su nueva vida en prisión: “Tuve la suerte de tener a muy buena gente a mi alrededor”, decía Maite.
“Había un par de personas a las que no le caía muy allá y un par de días después estábamos jugando al parchís”, declaraba en ‘Sábado Deluxe’. “Me preguntaban por Isabel Pantoja y por todos vosotros y yo le decía que lo grandes que eráis y que os enfadabais solo en plató”.
La ex de Julián Muñoz asegura que no tiene “pesadillas con la cárcel”, aunque aún le quedan secuelas: “He estado mucho tiempo durmiendo con la luz encendida y aún me cuesta mucho dormir con la puerta cerrada”.
Aunque nunca pasó miedo, Maite Zaldívar tuvo que vivir dos episodios que le marcaron mucho durante su estancia en la cárcel: el incendio que provocó una de las presas al quemar un colchón y el día que hubo una inundación.
Ella no se siente orgullosa, pero afirma que a sus nietos no se les pudo ocultar la realidad, aunque si se les maquilló un poco. “Les dije que era un colegio, que eran muy malos los profesores y que la de inglés me había cogido manía y me tenía castigada.
Maite Zaldívar asegura que se sintió “como un pájaro que sale de su jaula” y que, al llegar a casa, se encontró que “había mucha gente y muchos amigos”: “Estaba todo el mundo. Yo solo quería estar con ellos y abrazarlos.