El hecho de que Rocío Carrasco hablara del infierno que vivió junto a Antonio David Flores ha provocado mucha repercusión. Julián Contreras Junior ha sido uno de los muchos que han reaccionado a las duras palabras de la hija de Rocío Jurado y recuerda la lucha de su madre, Carmina Ordóñez, por demostrar que fue una mujer maltratada.
Carmina denunció a su pareja pero el juez no le dio la razón, lo que provocó un escándalo mediático y el hecho de que su testimonio se pusiera en duda: “Recuerdo el día en el que mi madre llegó y se sentó en el suelo, se apoyó en el respaldo y me dijo que me iba a contar una cosa”.
Así comienza Julián a contar cómo fue el momento en el que Carmina le contó a su hijo lo que había pasado en el juicio: “Me dijo que el juez le había dicho que a ella no la habían podido maltratar por ser ella. Tenía escrito en un papel que no respondía al perfil socioeconómico de una mujer maltratada” y lamenta que a él nunca le llamaron para testificar.
Además cuenta que su madre estaba siendo anulada y que “no tenía capacidad de reacción” y que el día en que Carmina le confesó que “era una mujer maltratada” le contó que “aquel esperpento le golpeó con una plancha”, el fatídico día en el que se tomaron unas fotos de ella con la cara amoratada.
Charo Vega fue una gran amiga de Carmina y no puede evitar darle un abrazo a Julián nada más verle en plató, ambos muy emocionados. Después ha relatado la llamada de auxilio que Carmina le hizo en la que le advertía “ven, que me va a matar”. Ese día cambió la cerradura de la puerta de casa.