Jorge Javier Vázquez y Mila Ximénez eran grandísimos amigos. La muerte de la colaboradora supuso un mazazo tremendo para el presentador, un golpe del que aún no se ha recuperado del todo. Durante mucho tiempo, Jorge Javier se sintió incapaz de hablar de la muerte de su gran amiga y solo ahora, con el tiempo, siente que está superando su pérdida.
En la entrevista que Susi Caramelo le ha hecho a Jorge en 'Sábado deluxe', el presentador se ha abierto en canal y ha compartido con la audiencia los aspectos más personales de su vida tanto personal como profesional. Era pregunta obligada hablar sobre Mila y Jorge ha aprovechado para contar algo que nunca se había atrevido a expresar públicamente.
Jorge asegura que tras la muerte de Mila comenzó a percibir lo que para él eran señales de su amiga, circunstancias que él relacionaba directamente con la mano de Mila desde el lugar donde esté:
"Esto no lo he contado porque me daba apuro, suena un poco como a flipado, pero a mí cuando ella se va me han pasado cosas para las que he tenido difícil explicación y que me han protegido mucho, esto lo tengo que decir, una serie de cosas que me llaman mucho la atención, aunque ya hace mucho tiempo que no recibo ninguna señal, y yo creo que es porque ya empiezo a superar su muerte y comienzo a recordarla con una sonrisa".
Jorge Javier asegura que notó cómo Mila se comunicaba con él y, con todo el respeto hacia la colaboradora y hacia su familia, el presentador ha explicado que lleva tiempo sin notar a su amiga:
"Ahora cuando pienso en ella lo que hago es recordar los momentos divertidos, me río yo solo a carcajadas pensando en cosas que he vivido con ella, me estoy ya curando del dolor de la ausencia".
Hace algunos meses, Jorge Javier Vázquez sufrió un ictus y este acontecimiento supuso para él sin duda un antes y un después en su vida. Lo que parecía un fuerte dolor de cabeza, acabó siendo un accidente cerebro vascular que le mantuvo ingresado en el hospital durante varios días. El presentador quedó tan impresionado por el diagnóstico de los médicos, que sin pensarlo dos veces decidió grabar un testamento con su teléfono móvil mientras se encontraba en la cama del hospital.