Belén Esteban regresa a su programa, al ‘Deluxe’, tras tres meses recuperándose de su rotura de tibia y peroné. Todo ocurría el pasado 25 de abril cuando Belén y otros colaboradores realizaban una prueba imitando a los concursantes de ‘Supervivientes’ y la colaboradora sufría una aparatosa caída en pleno directo.
Nada más caer al suelo, Belén sabía que algo iba mal: “Me he roto el tobillo, es grave”. La colaboradora no se equivocaba, un par de horas después, ya en el hospital, el parte de Belén era demoledor: “Se ha roto la tibia y el peroné, tendrá que pasar por quirófano”.
Comenzaban tres de los meses más duros en la vida de la de Paracuellos y es que, tal y como ella misma ha reconocido esta semana, tras la muerte de su padre este ha sido el momento más difícil que ha vivido hasta el momento.
Belén Esteban ha dormido durante semanas en un sillón de la planta baja de su casa por la imposibilidad de subir las escaleras de su chalet. A las dificultades propias del día a día tras una lesión así, Belén se enfrentaba a complicaciones en sus operaciones: “Han tenido que retrasar la operación porque le han salido úlceras”, informaban en el programa de la tarde.
Su marido Miguel, aparte de ser la persona encargada de informar puntualmente a los medios de comunicación, se ha convertido en el principal apoyo de la colaboradora del ‘Deluxe’, alguien fundamental en su recuperación.
Belén ha confesado que en estos tres meses ha pasado por quirófano cinco veces y que no todas las operaciones han sido en la pierna: “Pido perdón a mi madre y a mis hermanos porque no les he contado la verdad durante todo este tiempo, ellos no han sabido lo que me ha pasado hasta hoy que les he llamado para contárselo”. La de Paracuellos ha relatado con la voz entrecortada cómo vivió estas interminables semanas de médico en médico:
“Yo me caigo el 25 de abril y desde entonces no he sido capaz de mirar las imágenes, cada vez que salen en televisión me tapo los ojos, no las he visto y no las voy a ver (…) Tú, Jorge, me decías que había sido un esguince de tobillo, pero yo sabía que era peor, yo me vi el pie torcido (…) Llevo en la pierna 20 tornillos y dos placas, no me he roto un tobillo como han dicho en algunos sitios, lo que me ha pasado ha sido grave aunque sé que hay cosas peores en la vida, pero a cada uno le duele lo que le duele (…) A mí me han diagnosticado tristeza constante y ya estoy mejor porque me hacía ilusión volver aquí, a mi trabajo, ver a las personas que trabajan aquí y que llevo tanto tiempo sin ver”.
Belén es consciente de que muchas personas creen que está siendo una exagerada pero ella se defiende de las críticas asegurando que su problema no ha sido la pierna, si no que ha sido su cabeza la que le ha jugado una mala pasada: “Mis doctores han sido muy importantes para mí, a mi médico le quiero como si fuera de mi familia, de verdad, si no llega a ser por él yo me habría quedado coja”.