La presentadora y actriz Sonia Ferrer ha acudido a ‘Sálvame’ para contar cómo vivió el cáncer de huesos que padeció en la adolescencia y cuyo diagnostico tardío acabó con su gran sueño, triunfar como bailarina en París. “Me faltaban horas, lo que para todo el mundo era una educación intensiva, nosotras robábamos las llaves del aula grande para seguir bailando”, recordaba Sonia sobre una barra de ballet.
Sonia había hablado poco de su enfermedad, pero tras la noticia del fallecimiento de la periodista y fotógrafa Olatz Vázquez por el diagnóstico tardío de cáncer gástrico que padecía, Ferrer confesó que en su adolescencia sufrió una situación parecida: “Yo tenía 15 años y un tumor de hueso en la columna que me estrangulaba la médula. Una supuesta eminencia en traumatología le dijo a mi madre que tenía un dolor imaginario y que quería llamar la atención”.
La presentadora y actriz le contaba a Carlota Corredera que “este tema ha sido tabú para mí durante muchos años, siempre me ha dado pudor dar pena”, pero creía que su relato podría ayudar a otras muchas personas que se encontraran en una situación similar: “Yo padecía un dolor extremo, era como si me diesen descargas eléctricas constantes durante horas, me llevaban a urgencias y salía con el diagnóstico de que tenía gases. Yo a mi familia le decía me estoy muriendo y nadie sabe de qué”.
Sonia también ha denunciado que, si hubiera sido un chico la situación, probablemente, habría sido diferente: “Con 16 años, va un niño gritando de dolor, rompiendo la ropa con los dientes, incapaz de caminar y ¿le dirían es que vives en el extranjero y echa de menos a la familia, él siente el dolor, pero quiere llamar la atención? Probablemente no”.
Más allá de este pensamiento, Ferrer quiso hacer hincapié en la importancia de dar con un diagnóstico temprano, algo que puede salvar la vida de muchas personas. En su caso, pese a ser tardío tuvo suerte, pero quiso dejar algo claro: “Un dolor no es para que te den pastillas, es para que te den un diagnóstico y una solución”.