Gloria Mohedano, al límite, lanza un reproche a su sobrina Rocío Carrasco: “¿Hay algo más fuerte que le pueda hacer a sus hijos que ignorarlos?”

Nunca la hemos escuchado hablando en ‘Sálvame', hasta ahora. Gloria Mohedano, hermana de Rocío Jurado y por tanto tía de Rocío Carrasco, está harta y ha decidido romper su silencio: “Es insoportable para mí escuchar a los amigos de mi sobrina, porque soy su tía aunque no se note por su parte, pero sigo siendo su tía y es muy fuerte oír decir que no habla porque no quiere hacer daño a sus hijos”.

“¿Hay algo más fuerte que se le pueda hacer a sus hijos que ignorarlos? ¿Sentir esos hijos que su madre los ignora?”, se preguntaba Gloria indignada: “No hay nada en el mundo, yo soy madre, tengo tres hijas y a ella también, desde que nació”.

Gloria lamenta que el tiempo pase y que los niños “no han hecho nada” para merecer la situación: “Te puedo prometer que no han hecho nada. Y si lo han hecho que hable mi sobrina, que le diga qué ha hecho sus hijos”.

Tampoco quiere que los hijos de su sobrina soporten ese peso: “Toda una vida con esa cruz encima, no se puede y no puedo yo que tengo muchos años, imagínate lo que puede poder mi sobrino David o mi Rocío”. Y es que a Rocío, aunque está demostrando “madurez” y “talante”, la ve “muy joven” para aguantar lo que está pasando.

Ha tomado la decisión de hablar porque está “al límite” y porque ve que no hay solución a la situación. Confiesa que echa de menos a su sobrina porque ha sido “como una hija más” pero tampoco tiene fuerza para llamarla porque no quiere obtener respuestas como las que han tenido otros familiares: “Ya la conozco”.

Gloria se muestra del lado del exmarido de su sobrina pero no por los conflictos que hayan podido tener, sino porque está con sus sobrinos. Además, cuando le preguntaban si todo se debe a su acritud hacia Antonio David, Gloria negaba: "Por encima del odio al padre de sus hijos, están sus hijos".

Entre lágrimas, él le daba las gracias: “Me parece un acto de valentía que entre y respondan a las preguntas. Ella sabe que yo en un momento determinado prometí que iba a cuidar de mis hijos, que les iba a sacar adelante y en ello estoy”.

Cuando le preguntaban por Fidel Albiac, marido de su sobrina, Gloria respondía que su presencia “ha influido” de algún modo, pero no lo entiende: “Uno hijos están por encima de tu pareja, por encima de todo”.

Indignándose cada vez más, Gloria le preguntaba a Rocío si sabe lo que va a sentirá cuando se pierda cosas importantes de la vida de sus hijos, como cuando Rocío sea madre: “Que quiera a Fidel, yo no quiero que no lo quiera pero que quiera a sus hijos y que les atienda”.

Pero ¿Qué ha ocurrido para que Rocío no tenga trato con su familia materna? Gloria nos cuenta que no ha pasado nada “gordo” o lo suficientemente grave como para estar como están aunque sí tuvieron desencuentros en el pasado: “No lo recordamos, hacemos memoria, todos, y no hay para ese desencuentro que tiene con toda la familia”.

En cuanto a las cuestiones económicas, Gloria nos ha contado que su hermana Rocío sabía lo que hacía: “De tonta no tenía nada, si nos daba algo era porque era suyo y porque quería, lo hizo muy bien, como quiso, y nos dio gloria bendita a todos”.