Todo llega. Y hoy ha sido el día. Toño Sanchís ha tenido que abandonar la casa definitivamente de Villanueva del Pardillo, ha llegado a las ocho de la mañana y un cuarto de hora después salía dejando las llaves puestas.
Belén Esteban ha entrado en plató un poco nerviosa pero muy emocionada: "Yo ya sabía desde hace meses el día que me tenía que entregar la casa", ha asegurado la colaboradora a Paz Padilla. Y era el 5 de marzo.
Lo que todo el mundo quería saber era cómo está la casa: "Yo no he ido, he mandado a gente de mis abogados, a uno de mis gestores, he tenido firmar un poder…", ha contado, y ha añadido, "la casa no la he visto pero no está bien", pero esto le da igual a la colaboradora, "no pasa nada, la casa se limpia, se arregla, no pasa nada…".
"Queda todavía mucho", ha afirmado Belén porque todavía no ha recuperado todo lo que le debía su exrepresentante, pero "he hecho lo que tenía que hacer", ha añadido. Ha dicho esto porque ahora no quiere que vuelvan a cargar contra ella asegurando que le ha quitado la casa, en un principio "quise llegar a un acuerdo, llegué a hablar hasta con Lorena (mujer de Toño)", ha explicado, pero no lo consiguió. "Aquí da pena su familia y, ¿la mía?", ha dicho, ella también lo ha pasado muy mal con todo este tema: "Yo he hecho lo que tenía que hacer, lo que hubiera hecho todo el mundo", ha continuado.
Todavía le queda un largo camino con Toño Sanchís, con este desahucio no se acaba todo, ahora no puede contar todo lo que ha pasado hasta la fecha, pero lo hará en su programa: "Voy a hacer una exclusiva de la casa", ha asegurado, es su casa, "y haré que quiera porque tengo que pagar un año de hipoteca de comunidad y de desperfectos", ha numerado.