La navidad está muy cerca, está a punto de terminar un año que para todos es muy difícil y que para muchas personas puede acabar lejos de sus seres queridos debido a las medidas de restricción contra el coronavirus.
Paz Padilla, que además este año ha tenido que decir adiós a su madre y a su marido, quería lanzar un mensaje de ánimo para todos: “Tenemos que tener ganas de superar la adversidad y pensar que la vida va a continuar por muy fuertes que sean los golpes”.
Y es que la Navidad es una fecha muy especial, pero lo importante es pensar en nuestros seres queridos: “Lo importante es estar aquí, que tengamos ganas de ser felices, habrá momentos para todo”.
Es más, cuando escucha a otras personas hablar del año que han pasado, ella prefiere bromear: “Les digo ¿Quieres mi año? Yo no lo voy a poder olvidar nunca” Y es que cree que hemos venido a la vida para aprender de lo que nos sucede: “Yo no lo veo como un año horrible, cuando la vida golpea, no sabe qué año es”.
“¿Tú crees que mi vida va a ser diferente el 1 de enero?”, se preguntaba Paz, que ha aprendido a vivir el día a día. Por ello, está escribiendo un libro en el que pretende ayudar a personas que están en una situación similar a la que ella ha pasado, ya sea por enfermedad, por acompañar a alguien enfermo o por un duelo.
Hay quien le ha reprochado su actitud tras la muerte de su marido y ella no puede evitar pensar: “¡Qué mala persona!” y es que tiene capacidad de resilencia, optimismo, pero eso no quiere decir que no lo pase mal: “Tengo dolor en el alma”.
“Hay que aceptar el cambio, cuando no opones resistencia al cambio, todo fluye”, nos decía la presentadora que solo piensa en el presente: “Este año he aprendido a lo que venimos aquí, la lección más importante de la vida, a amar”. Y es que recuerda que le preguntaba a su marido qué quería hacer, ir a Cádiz, viajar… y él le decía que no: “Me decía ‘yo quiero estar aquí contigo, de la mano”.
En ese momento, ella no era Paz Padilla, solo estaba a su lado: “Me importaba una mierda todo, ni fama ni presentadora ni dinero…” Eso sí, reconoce que todos los días les recuerda y llora por ello, pero intenta no resistirse: “La vida es cambio, cuanto más te resistas, más sufres”.