Miriam Sánchez dice haber tocado fondo y algunos testigos relatan el complicado estado en el que la han visto protagonizando un altercado en el que incluso tuvo que intervenir la policía. Miriam se siente sola y María Lapiedra, que ha vivido un pasado similar, visitaba ‘Sálvame’ para hablarnos de lo que ha pasado y cómo ha visto a Miriam.
María y Miriam han participado en el mismo mundo, aunque María no hizo cine para adultos, solo erótico y stripteases. Además, las dos fueron pareja de Ramiro Lapiedra: “Viví lo mismo que había vivido ella y sé lo mal que lo pasó”.
“Es un mundo que te bajan mucho la autoestima, hay sustancias, cine para adultos… es todo un mundo muy, muy oscuro, te camelan porque la gente tiene mucha labia y si te cogen joven y no tienes una base sólida familiar, te tambaleas y te acaban atrapando”, narraba María, que dejaba claro que el dinero es “un aliciente” pero no el principal motivo.
“Tienes que ser frágil y débil, con la labia las otras personas te atrapan”, continuaba explicando María, que ha intentado ponerse en contacto con Miriam sin éxito: “Tiene muchos vaivenes emocionales”. Y es que María salió de ese mundo antes de tocar fondo: “Me traté psicológicamente y durante mucho tiempo, lo dejé, me di cuenta de que no estaba curada y volví a psicólogo, ella no lo hizo, ella no se ha curado mentalmente del todo”.
“Hemos pasado cosas muy duras”, recordaba María y narraba que hace un par de años hizo las paces con su expareja: “Dije que no contaría nada más, pero hasta hace dos años era como un odio hacia él porque ha sido la etapa más dura de su vida”.
María ha borrado ciertos recuerdos, tiene flashes de su pasado y se derrumbaba en 'Sálvame' contándolo: “Me costó tantos años que cuando ya firmé la paz, dije lo quiero perdonar, pero por mí, porque todo el odio acababa dentro de mí, han pasado 15 años y me sigue doliendo, pero le he perdonado y estoy en paz conmigo misma”.
"He escrito diarios y diarios para desahogarme porque me servía como terapia de todo lo que he aguantado y todo lo que me ha pasado porque a veces pierdes la cordura de ti misma", decía una Miriam. Se siente sola, no tiene relación con su familia y ve que se le cierran puertas a nivel profesional.
Y esto, sumado a sus problemas personales, hacen que se encuentre en una situación de la que no sabe cómo salir: "Con toda esta serie de problemas acaba una en una adicción (...) Llego a un nivel de ansiedad que me bebo el agua de los floreros, y el Nilo también".