Lydia Lozano ha tenido que ser sometida a una operación de urgencia para solucionar el aplastamiento de médula que le estaba haciendo vivir con un hormigueo constante en las manos.
Poco antes de entrar en quirófano, Lydia ha hablado en exclusiva con la revista 'Semana'. A pesar de que los médicos siempre le han restado importancia y han tratado de tranquilizarla, Lydia reconoce que ha pasado mucho miedo: "Temía quedarme en silla de ruedas. No me lo esperaba y aunque los médicos me tranquilizaron y me dijeron que esta operación se hacía todos los días, a mi me daba pavor", ha reconocido.
A las ocho de la mañana de el pasado martes 23 de febrero, Lydia ingresaba en el hospital acompañada de su marido, Charly. La operación comenzaba alrededor de las diez de la mañana y se ha alargado más de lo esperado, en concreto, hasta las 14.30 horas.
Además, el reportero de 'Sálvame' contaba que la operación va a tener una repercusión en la vida de la colaboradora que no esperaba y es que, debido a la intervención, Lydia Lozano ha salido de quirófano "más alta".
En concreto, mide un centímetro y medio más: "Han estirado sus vértebras, han puesto como unos apliques y han hecho que salga más alta de lo que ha entrado”, nos decía el reportero. Ahora, la colaboradora de 'Sálvame' tendrá que permanecer ingresada un par de días más y le esperan al menos un par de semanas de recuperación.