Kiko Matamoros tenía previsto reincorporarse a ‘Sálvame’ este jueves 30 de julio tras la intervención en la que le extirparon la vesícula. Sin embargo, el colaborador del programa ha alertado a la dirección unas horas antes de que no podría asistir.
Y es que Kiko Matamoros ha tenido que ser ingresado de urgencia en una clínica de Madrid por unos fuertes dolores postoperatorios. Kiko Hernández ha podido hablar con el taxista que le ha llevado hasta allí junto a su pareja y nos transmitía: “Ha tenido que saltarse los semáforos del dolor que tenía en el abdomen, Marta le pedía que corriera”.
Minutos después y a las puertas de la Clínica El Rosario, Omar Suárez nos daba la última hora del estado de salud del colaborador. Ha acudido a este centro y no al lugar donde le operaron porque estaba más cerca de su domicilio y no podía soportar el dolor.
Tras explorarle, parece que lo que sufre el colaborador es una pancreatitis producida por una complicación de la operación a la que se sometió: “Cuando le hincharon, no le limpiaron bien y la arenilla se ha desplazado”. A la espera de los resultados, han trasladado a Kiko al centro donde le intervinieron.
Finalmente, el colaborador ha intervenido para aclarar la polémica entre su hija Ana y su novia. Aún ingresado, nos contaba que le habían realizado pruebas y estaba a la espera de saber si le operaban o no.