Anita Matamoros habla en TV Press en una entrevista en la que nos confiesa que le gustaría formarse en interpretación. Sin embargo, también habla de su lado más personal, confesando que tiene “la mecha rápida” y que cuando la enfadan salta rápido.
Es algo que está intentado controlar, pero deja claro que si estalla es porque cree que lleva razón: “No tengo dificultad en pedir perdón, no me cuesta nada, ahora tengo que no tener razón para pedir perdón porque si me enfado y me enciendo es porque sé que tengo razón”.
Y es que se define como “cabezota” y a veces “poco empática”, algo que más de un colaborador de ‘Sálvame’ lee como un mensaje subliminal hacia su padre, Kiko Matamoros, de quien lleva meses distanciada.
El colaborador de ‘Sálvame’ respondía desde el plató con la voz entrecortada y asentía ante las preguntas de sus compañeros, que percibía su inmovilidad viendo a Anita: “Posiblemente hago un esfuerzo para no moverlos”.
Matamoros no cree que tenga que pedir perdón a su hija y nos cuenta que espera que todo vuelva a su sitio: “Espero que el tiempo y la información le hagan recapacitar” y es que el colaborador cree que Anita se ha puesto de lado de su madre en la separación. Sin embargo, también hubo un conflicto entre la influencer y la novia del colaborador de ‘Sálvame’, enfrentamiento al que Kiko le quita importancia.
“Si no tienes comunicación con un hijo, verle a veces resulta difícil de sobrellevar”, se sinceraba el colaborador: “Tampoco entiendo que no reaccione, supongo que el tiempo nos cruzará en el camino si hay voluntad por su parte”.
Además, Kiko estaba a punto de romperse diciendo: “Yo la echo de menos, supongo que a ella también le pasará lo mismo, no lo sé, no tengo ni idea”. El colaborador tiene los brazos abiertos para su hija, pero con una condición: “Hay cosas por las que no voy a pasar, las puertas están abiertas siempre y cuando se produzcan una serie de reacciones que se tienen que producir”.