Kiko Jiménez y Belén Esteban tienen una guerra por efectos colaterales y es que les divide el enfrentamiento entre Antonio David Flores y Rocío Carrasco. Él defiende a Rocío y ella a Antonio David y, sobre todo, a su hija.
Por eso, cuando se han visto en maquillaje, se han dicho las cosas muy claras, eso sí, tranquilos. Los dos han destacado que nadie ha perdido los nervios y él le ha recordado a Belén lo que él considera un “golpe bajo”: que hable del altercado que tuvo con la policía en Marbella el pasado verano.