A Kiko Matamoros le “impresionó” ver las imágenes de su último enfrentamiento con su hijo Diego, un tenso momento en el que el hijo quiso, de algún modo, acercar posturas pero no así su padre: Diego acabó entre lágrimas pero Kiko respondía que no estaba conmovido.
Pasado el fin de semana, el colaborador de ‘Sálvame’ ha reconocido que podría haber “ahorrado algún calificativo” pero ha añadido: “La guerra no debe ser excesivamente desigual, no vale tirar bombas y que otros se defiendan con tirachinas o escondiendo la cabeza”.
El conflicto se produjo durante una conexión, no estaban ambos en plató y Kiko reconoce que en ese contexto es más difícil pero, ante las lágrimas de su hijo, ha explicado: “Diego debería haber medido que mi paciencia y la de cualquiera tiene un límite”.
La decisión de Diego
Pero la historia tiene un capítulo nuevo. Diego Matamoros parece haber tomado una decisión y se la ha comunicado a su padre a través de las cámaras: “A mí en un plató no me va a volver a ver hablando de él, espero que él haga lo mismo con mi familia y que seamos responsables los dos”.
Diego se queja de haber quedado como el único que lo ha hecho “todo mal” y que se ha beneficiado económicamente y se ha defendido una vez más: “He tirado contra mi padre, un padre que no ha estado ahí y que no ha ayudado económicamente cuando podía hacerlo”.
Y, desde el plató, Kiko ha respondido atónito: “Le he ayudado hasta los 28 años, cuando se independizó a los 21 le pagué un apartamentito, siete años, le compré su coche… que tenga la osadía de decir eso ¡He ayudado hasta a sus novias!”