“Me emociono”, decía José Antonio León con la voz rota en plena conexión. El reportero de ‘Sálvame’ trabajaba por primera vez a pie de calle tras 50 días de teletrabajo y no podía evitar sentirse “agobiado” por la cercanía de la gente eludiendo así las medidas de prevención para evitar el contagio del coronavirus. De hecho, riñó a una mujer en directo pidiéndole una separación de al menos dos metros.
Y el enfado del reportero siguió después. Con el hashtag #becerrismonacional publicaba en stories un vídeo en el que vemos a mucha gente paseando por la calle sin respetar las medidas de distanciamiento social. Lo grababa desde la parte de atrás del coche en el que iba y su enfado era el mismo que el del conductor: “Es alucinante”.
En otra de las imágenes, el reportero se mostraba agradecido con los medios de comunicación que se han hecho eco de lo sucedido: “Gracias a todos por el apoyo, pero es alucinante ver cómo a la gente se la sopla todo”.
Además, ha querido publicar una foto del día de su regreso al trabajo de calle reconociendo a los compañeros que no han dejado de trabajar durante la crisis por el coronavirus: “Es un coñazo, enhorabuena a los compañeros que durante estos días han trabajado en la calle porque en estas condiciones no puedes ni ir al baño ¡Mie*** de COVID!”
Y terminaba con una queja a modo de advertencia: “Ahora, a seguir haciendo el becerro y que esto no acabe hasta navidad”.