Jorge Javier Vázquez se enfada con la actitud de Anabel Pantoja: "Tienes una tontería encima..."
Anabel Pantoja se enfadaba por las preguntas que los colaboradores hacían a su doble sobre su familia
La actitud de la colaboradora de 'Sálvame' molestaba al presentador del programa
Jorge Javier Vázquez, a Anabel Pantoja: "Te coges rebotes por idioteces"
Anabel Pantoja ha empezado la tarde divertida con su particular Melli. ‘Sálvame’ la ha multiplicado por dos y ella ha participado de la broma hasta que le han quitado el turno de palabra. Sin embargo, esta solo era la primera de una larga lista de quejas que han terminado por enfadar a Jorge Javier Vázquez.
Este no era más que el primer problema ya que el mosqueo de verdad ha llegado con las preguntas. Presentador y colaboradores formulaban preguntas a su doble por Isabel Pantoja, por su tío, por el juego de la manta…
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Y Anabel acababa por perder la paciencia. Se cruzaba de brazos, fruncía el ceño, se negaba a hablar y miraba a todos con gesto de fastidio. Los minutos pasaban, empezaba a quejarse de nuevo y Jorge Javier Vázquez le ha afeado su actitud.
El reproche de Jorge Javier Vázquez a Anabel Pantoja
“Me parece una falta de respeto, que si en realidad supiera lo que es trabajar, que es lo que está haciendo nuestro compañero…”, se quejaba el presentador, que le recomendaba disculparse y empezar de cero: “Uno no puede estar peor cuando está trabajando”.
Anabel aclaraba que había hablado con su doble fuera para explicarle que no tenía ningún problema contra él, pero el presentador le recordaba que, en televisión, el fuera no existe. La colaboradora explicaba que le molesta que se hable de su tía, de su tío… y Jorge Javier la cortaba: “Tienes una tontería encima, Anabel… te coges rebotes por idioteces”.
La colaboradora insistía en que siempre le pican con el mismo tema y acababa por revelar lo que de verdad le había molestado: que al principio del programa, se cebara el testimonio de una persona que les tacha, tanto a ella como a su novio, de pandilleros.
Así que, tras su confesión, pedía perdón y acababa bailando con su otro yo, que se levantaba el vestido y nos enseñaba el mensaje en su ropa interior: “¡Te quiero, mi negro!”