Magdalena Clavero es hermana de Ana Martín, madre de Isabel Pantoja. En ‘Sálvame’ nos cuenta que lleva más de siete años sin poder abrazar a su hermana por parte de padre, sin poder darle un beso porque, asegura, su sobrina le ha cerrado las puertas de Cantora.
Es más, cuenta que ni tan si quiera le cogen el teléfono para hablar con ella y que ha sufrido numerosos desplantes tanto de la cantante como de su entorno. De hecho, se queja de que no pudo visitarla cuando la ingresaron e insinúa que la esquivan cuando llama.
“Desde que Isabel la tiene en su poder, no la veo”, acusa Magdalena, añadiendo: “No me han dejado verla más”. Para ella, ni a ella ni al resto de hermanos les han tratado como tal y se lamenta de la situación: “Estoy hasta llorando, me duele mucho, yo sé que se va a morir y no me van a dejar verla”.
Por primera vez, Magdalena se pone delante de una cámara para contar lo que le pasa: solo quiere poder despedirse de su hermana.
Más tarde, la propia Magdalena nos reiteraba que no le dejan ver a su hermana pero que ella se interesa por Ana llamando, precisamente, al padre de Anabel, Bernardo Pantoja: “A ver si se parece un poquito Anabel a su padre”.
Así, hacía un llamamiento para cambiar la situación: “Isabel, quiero que antes de que a mi hermana le pase algo, si podéis y queréis que yo veo a mi hermana… porque estoy hartita de decírselo a Bernardo y no me deja ir, ustedes sabéis que no queréis”
Le recordaba que todos saben quién es, que hasta le ha dejado un traje de flamenca pero antes no era Isabel, “era Maribel”: “No quiero nada, solo que me dejéis ver a mi hermana”.
Anabel Pantoja no quiere que a su abuela le toque "ni el aire", aseguraba que nunca ha oído hablar de Magdalena y dejaba caer algo: "Mi abuela es muy lista y antes de enfermar, ella habla y tiene contacto con quien le da la gana ¿Os he contestado?"
Anabel no quiere que a su abuela le toque "ni el aire" y tanto su forma de hablar como de reaccionar han acabado con la paciencia de Mila Ximénez, que le decía: “¡Qué tragedia! ¡Dejaos de tragedias! Tocadla mucho, besadla, abrazadla mucho ¡Qué agotamiento!”