Cuatro horas en directo de homenaje a la más grande con mucha emoción, música en directo y conexiones desde diez puntos, incluido un helicóptero que nos transmitió desde el aire el traslado de las pertenencias de Rocío Jurado. Así fue 'Sálvame: el último viaje de Rocío', pero hay cosas que no se vieron y que el programa nos enseña 24 horas después.
La jornada empezó a las nueve de la mañana, todo el equipo se puso en marcha para asegurarse de que todo saliera perfecto. A las 11.00 h. empezaron los primeros ensayos y los pases para comprobar el sonido con los artistas, las pruebas de realización con las cámaras… Todo un equipo trabajando a contrarreloj en le plató más grande de Mediaset.
A la una de la tarde llegaba a plató Anabel Dueñas junto a Fidel Albicac, marido de Rocío Carrasco, que estuvo muy pendiente de los preparativos del programa. Pero además estuvieron los demás artistas como Inda Martínez o Gonzalo Hermida.
A las tres de la tarde tocaba que entrara el público, así como todos los colaboradores de ‘Sálvame’. Alrededor del control de dirección se agolpaban multitud de compañeros de otros programas que no querían perderse el espectacular arranque del programa, a cargo de Miguel Poveda, cantando el ‘Fuego fatuo’ de Rocío Jurado.
La sensación de vivir una jornada única era latente para todos y es que se puso en marcha un engranaje de medios técnicos y humanos para hacer posible durante cuatro horas un homenaje a la más grande.