Paco ni cree ni deja de creer en el testimonio de la chica que dice que Rubén, el novio de Dakota, le tiró “la caña” hasta el punto de proponerle quedar en un hotel. Paco tiene claro que su hija está enamorada y que, si esto es cierto, se “hundirá” al principio pero también explica que es una luchadora.