Carlota Corredera tendió una mano a Antonio Montero en 'Sálvame'. Tras el conflicto que tuvieron en plató, le ofrecía tener una charla en privado para solucionar sus problemas, el colaborador se mostraba dispuesto y la presentadora explicaba que necesitan una "charla" para para acordar "los mínimos" para poder "convivir" en plató. ¿Qué pasó? Todo empezó por un comentario de Antonio Montero calificando a Rocío Carrasco como madre: "Me dolió como si me lo hubiesen dicho a mí".
Antonio Montero no tiene ningún problema en hacer borrón y cuenta nueva pero Carlota Corredera quiere llegar a un acuerdo con él y es que está "muy implicada" en el tema por el que surgió todo y, para ella, requiere mantener "un compromiso": "Me gustaría que intentases ver las cosas como yo las veo, he hecho un viaje que no sé si vas a querer hacer pero te voy a decir cuáles son para mí los mínimos con los que podemos convivir en plató".
Carlota ya lo ha conseguido con Kiko Matamoros y quiere que suceda lo mismo con Antonio, pero necesita que la entiendan: "Tengo la suerte de poder tener la voz que tengo en el programa o en mis redes y después de haber escuchado a Rocío Carrasco, con todas la explicaciones que dio y las pruebas, escuchar a alguien en el plató con esa firmeza como hizo él, como si estuviéramos en la casilla de salida…"
Cree que siempre se ha juzgado a Rocío Carrasco y no entiende que, una vez finalizada la docuserie, se volviera "a la casilla de salida": "Ella ha dado las explicaciones más que necesarias, que alguien pueda afirmar que es una mala madre, me parece que hay contestaciones y actitudes… con la violencia de genéro no se puede se neutral".
"Cuando alguien ha demostrado que ha sufrido violencia vicaria y además es víctima, cuando todavía hay alguien que la califica de mala madre... me dolió como si me lo hubiesen dicho a mí", insistía la presentadora del programa.