Bernardo Pantoja rompe con la 'amiguita' con la que estaba ligando: "No me esperaba esa puñalada"
El motivo de la indignación de Anabel Pantoja: la "manipulación" de sus palabras sobre 'Sálvame'
Kiko Hernández destapa las conversaciones picantes de Bernardo Pantoja con una mujer que no es la suya
Bernardo Pantoja se enfada por la filtración de los mensajes y manda el último a Rocío: "Confiésate ante Dios"
Kiko Hernández arrancaba en la tarde de ayer 'Sálvame' con una información bomba, los mensajes que Bernardo Pantoja ha intercambiado con una mujer que no es la suya y que el colaborador llevó impresos al programa.
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La conversación de Bernardo Pantoja con Rocío de Triana
El intercambio de mensajes comenzaba el 22 de noviembre y fue a raíz de que desde el programa se refieran a él como 'Pinocho': "Menos mal que han dejado ya el tema, espero que estés bien. Soy Rocío de Triana". Bernardo, que no le recordaba le reclamaba una imagen de ella para saber quién era y ante esto él reaccionaba: "Eres muy guapa, estás para tirar cohetes, eres un bombón desnatado que ricas tienes que estar".
Un comienzo de conversación que iba subiendo de tono cuando ella le asegura que su pareja no le satisface sexualmente: "Estás que no se te puede aguantar. Estar junto a ti sería el sueño más bonito y lindo del mundo. Yo quiero comerte todo lo que pueda, pero feliz, y a pasarlo bien, estoy deseando que venga ese día". Entre otras muchas cosas y Kiko Hernández termina enseñando un audio como prueba irrebatible de que la persona que ha mantenido estas conversaciones es el padre de Anabel Pantoja.
El último mensaje que Bernardo le envía a esta mujer
La emisión de estos mensajes no le han gustado nada a Bernardo Pantoja y en el día de hoy se ha vuelto en poner en contacto con su amiguita para zanjar la relación y le ha enviado el último y demoledor mensaje: "Yo no me esperaba esa puñalada por la espalda de ti. Judas vendió a Dios por treinta monedas, pero ahora te has venido tú. A ver cómo te gastas ese dinero, después vienen los problemas, acuérdate. Ahora estás a tiempo, ve a la iglesia y confiésate ante Dios y perdón porque has estado muy mal, fatal".