De repente, nadie sabía dónde estaba Anabel Pantoja y se había dejado su teléfono móvil en la mesa. Pronto, Carlota Corredera la encontraba entre bambalinas y llorando tras ver la puerta de Cantora y escuchar un resumen con la guerra en la que está sumergida su familia.
Y es que es dos de agosto, el cumpleaños de Isabel Pantoja, un evento que siempre han celebrado por todo lo alto en la finca con familia, amigos, comida y diversión. Este año no habrá ni cumpleaños ni celebración y Anabel no podía evitar romperse.
“Necesito mi tiempo”, pedía la colaboradora de ‘Sálvame’: “Me he emocionado y no me encuentro bien ahora mismo, me han venido muchas cosas a la cabeza y ni he echado cuentas”.
Revivir la historia le había provocado los malos recuerdos y es que aún no se cree que su familia se haya roto de esta manera: “Es muy fuerte todo, es surrealista todo lo que ha pasado”.
“Yo no tenía ni que estar aquí hoy”, decía la colaboradora y es que cada 2 de agosto ha pedido de vacaciones para estar junto a su tía en Cantora: “No me he pedido el día porque no hay nada que celebrar”. Y es que para ella, lo sucedido parece más “una película” que su realidad.