'Sálvame' consigue el testimonio de una mujer que estuvo presente en la diferentes pruebas del vestido de novia que Tamara Falcó llevó a cabo con la anteriores diseñadoras de su traje de boda. Según su relato, la marquesa de Griñón cambió por completo del primer encuentro al segundo, trató a la diseñadoras como si fueran "de su servicio" y añade que, según le consta, la firma habría pagado a Tamara.
Al parecer, se produjeron tres encuentros: el primero de ellos fue en Bilbao y los siguientes en Madrid. Al principio, todo fue "súper bien", Tamara llegó con el vestido de Chanel en el que se quería inspirar: "Estaba muy ilusionada, llegó con su boceto, feliz... decía 'en esto me quiero inspirar, espero que me podáis respetar, que me lo podáis adaptar".
Pero, a partir de ahí, todo se torció: "En el segundo encuentro de repente apareció una Tamara déspota, histriónica, que las diseñadoras no reconocían" (...) "Esa Tamara que sale en televisión no tiene nada que ver con la que pude ver a partir del segundo encuentro", continuaba diciendo.
Pero hay más y es que asegura que se acordó una compensación económica: "A todas las personas que hemos asistido a esos encuentros nos consta que la firma pagó 150.000 euros a Tamara".
Además, ese contrato incluiría una "cláusula de confidencialidad" con la que Tamara estaba "obsesionada": "Ahora, una vez que todo ha salido a la luz, lo podemos saber porque Tamara no quiere que se sepa lo déspota que es en la intimidad".
Pero ¿Tienen pruebas las diseñadoras que pueden perjudicar a Tamara Falcó? Al parecer, durante las pruebas todo "se graba" para luego poder hacer "un bonito vídeo" en el que se detalla el proceso: "En este caso podríamos relatar la imagen de Tamara, que es dantesca".