Todo ha empezado con un conflicto entre Mayte Ametlla y Lydia Lozano. La periodista se estrenó en el ‘Deluxe’, lo que hizo que Lydia Lozano “echara las muelas”, según Kiko Matamoros. Ella lo negaba, pero Mayte lo confirmaba y los colaboradores acababan por acusar a Lydia de luchar para conseguir una silla en el ‘Deluxe’ y dejarles fuera… Finalmente, la aludida acababa entre lágrimas.
“Tú te has peleado por las posiciones en las sillas, por no estar en las entrevistas…”, acusaba Kiko Matamoros, que afirmaba que Lydia, cuando no está convocada en el ‘Deluxe’, llama a dirección para asegurar que controla el tema o conoce al personaje para así conseguir una silla y, por tanto, sacar a uno de sus compañeros.
“¡Cómo os inventáis las cosas!”, se quejaba Lydia, pero Kiko no era el único en acusar a la colaboradora. Gema López aseguraba que, tras estar convocada y prepararse una entrevista, la han sacado del programa y han puesto a Lydia en su silla. Es más, según Belén Esteban, Chelo Gª Cortés ha llorado en varias ocasiones por el mismo motivo.
Lydia se echaba a llorar y pedía a dirección que la respaldara: “No me he quejado en la vida, es más, decía que los buenos futbolistas también están en el banquillo (...) Por eso me regalaron la silla, porque era la silla de quita y pon".
"Me habéis dejado de trepa, de tal… me estás dejando de que yo he quitado sillas y que tengo poder ¡En la vida ha llamado mi representante!", se defendía la colaboradora.
La presentadora no había participado del debate para evitar el conflicto. Sin embargo, finalmente acusaba a Lydia Lozano de convertirse "en una víctima": "No has sido capaz de hacerte una autocrítica o alegrarte de que aplaudan a alguien que no seas tú".
Tras la confesión de Kiko Matamoros, Mayte Ametlla acudía al plató de 'Sálvame' y se enfrentaba a Lydia Lozano. Según la periodista, Lydia le dio un recibimiento un tanto frío al 'Deluxe': “Me dijiste ¿A quién vienes a hacer daño?” Atónita, Lydia Lozano lo negaba todo y es que, según la colaboradora, lo primero que hizo fue darle la bienvenida: "Me doy cuenta de que eres chunga, eres muy chunga (...) No tenemos nada más que hablar. Estás mintiendo”.