Tamara Falcó se mostraba risueña a su salida de misa junto a Íñigo Onieva. Sin embargo, el empresario se hartaba de las preguntas de los reporteros y acababa por zanjar la situación con un gesto de despedida: “Esto ya está siendo muy intenso”.
Tamara e Íñigo eran interceptados por la prensa a su salida de misa. La marquesa de Griñón parecía tan contenta como siempre, decía que todo iba muy bien y se reía cuando le preguntaban si habían hablado con el párroco de los preparativos.
Sin embargo, Íñigo no tardaba en perder la paciencia: “Yo nunca voy a responder”, recordaba. Acto seguido, el prometido de Tamra hacía una petición, evidentemente molesto: “Dejadnos en paz, que esto ya está siendo muy intenso”.
Tamara seguía a su lado y miraba hacia abajo, pero el mosqueo de Íñigo iba en aumento. Se paraba en mitad de la calle, hacía un gesto de despedida a los reporteros y repetía la palabra adiós: “Se acabó. Se acabó”.