Kike Calleja, sobre Gina Lollobrigida: "Nos cuentan que han desaparecido 12 millones de euros, no tenía para pagar la calefacción y la luz"
La familia culpa de la sitaución de la actriz a su secretario, Andrea Piazzolla
Kike Calleja entrevista a Javier Rigau, viudo de Gina Lollobrigida, que se rompía durante la entrevista
“Ingresó peor imposible, los riñones no funcionaban, llena de llagas, desnutrida, deshidratada y con una llaga sangrante en el estómago, era tardísimo”, decía Javier Rigau sobre el estado de Gina Lollobrigida
La familia de Gina Lollobrigida acusa a Andrea Piazzola de manipular a la actriz durante sus últimos años de vida. Kike Calleja afirmaba en 'Sálvame' que, según han podido saber, habrían "desaparecido" 12 millones de euros y la casa de la actriz estaría en mal estado. Además, el reportero ha hablado con Javier Rigau, que se rompía visitando la casa de su mujer.
El reportero de ‘Sálvame’ Kike Calleja se ha trasladado a Italia para indagar sobre cómo era la situación los últimos días de Gina Lollobrigida. La familia acusa a su secretario de aislarla, manipularla, no cuidarla bien y el periodista nos transmitía que llevan ya dos días haciendo inventario en la casa de la actriz, que se encuentra en muy malas condiciones.
MÁS
“Tiene humedades, sin calefacción, sin luz…”, enumeraba el periodista y añadía que Gina debía 40.000 euros en facturas de electricidad: “La casa necesita una remodelación”.
Según ha podido saber, al contrario de lo que se ha publicado, su patrimonio “realmente no llegaba a los 25 millones de euros, contando con esta casa”. Y es que, según les han dicho, habrían “desaparecido 12 millones” hasta el punto “que no tenía ni para pagar la luz”.
Javier Rigau se rompe en la entrevista en ‘Sálvame’
Un mes después del fallecimiento de Gina Lollobrigida aún hay muchas incógnitas sobre el adiós a la actriz y es que se dice que ingresó en muy malas condiciones, con lo que se cuestiona si estuvo bien cuidada. Kike Calleja ha visitado la casa de Gina junto a Javier Rigau, su viudo, que tenía que interrumpir la entrevista: “No puedo, no puedo…”, decía entre lágrimas. También juntos visitaban el hospital donde Gina murió, el lugar al que la llevaron las personas que estuvieron con ella: “Ellos la trajeron y la abandonaron, ya no volvieron a aparecer”.
“Ingresó peor imposible, los riñones no funcionaban, llena de llagas, desnutrida, deshidratada y con una llaga sangrante en el estómago, era tardísimo”, se quejaba Rigau. Allí pudo despedirse y fue “triste” pero a la vez bonito por poder estar con ella: “Cuando no estaba bajo la influencia de esta gente, estaba feliz de estar conmigo, con su nieto…” De hecho, Gina habría llegado a reconocer lo ocurrido: “Dijo ‘lo siento, lo he hecho todo fatal”.
A lo largo de los años, la familia ha emprendido diversas medidas judiciales, pero no pudieron ver a Gina hasta que se rompió el fémur. “La aislaron de su entorno, la depredaron, patrimonialmente… Le vació la casa, engañándole diciéndole que se lo llevaba a restaurar”.