Desde que Kiko Hernández fuera portada de forma involuntaria junto a su amigo Fran Antón, la polémica recorre todas las redacciones de los medios de comunicación. El colaborador de ‘Sálvame’ desmentía las insinuaciones que le relacionaban con el actor y aseguraba que tan solo son amigos, pero ¿Cómo se gestó esta portada? Jorge Javier Vázquez nos daba todos los detalles en el programa.
El presentador nos ponía en contexto: Kiko Hernández llevaba tiempo sin aparecer en televisión y, cierto día, acudió a Mediaset para mantener una conversación. Alguien se lo encontró por los pasillos, en concreto, alguien del equipo de ‘Sálvame’ y, antes de que el programa empezara, el compañero se mostraba “escandalizado” por cómo le había visto “facialmente”.
Lo veía cambiado, “rarísimo” y se mostraba convencido de que se había hecho algo. El presentador se negaba a desvelar su identidad porque se trata de una persona que no le cae “especialmente bien” y, haciendo memoria, Kiko recordó con quién se encontró aquel día: Laura Fa.
A raíz de esto, se corrió la voz de que el colaborador se había hecho un lifting y, por ello, una agencia decidió hacer una guardia a Kiko: “Al hacerte la guardia para pillarte con la cara nueva se encuentran con tu cara nueva y con la cara del otro”.
“La agencia no te sigue porque creen que tienes novio sino para pillarte con la cara nueva”, insistía el presentador pero él negaba que les pillaran saliendo de casa porque les fotografiaron en el aeropuerto, lugar al que se dirigieron desde el teatro.
“Te estás exponiendo mucho”, bromeaba Jorge Javier Vázquez y el colaborador replicaba: “No tengo miedo ni nada que ocultar”.
Un informe de 'Sálvame' sobre Kiko Hernández analizaba ciertas cosas del pasado y, en primer lugar, se mostraba una portada que el colaborador protagonizó junto a sus hijas. Nada más ver la imagen, Kiko se marchaba recordando que envió un comunicado tras hacer esto para proteger a las menores y se negaba a permanecer en el plató.
"Hasta aquí, se acabó", decía cuando Jorge Javier Vázquez y Kiko Matamoros acudían en su búsqueda. A pesar de los argumentos de sus compañeros, el colaborador se resistía a entrar y solo lo hacía para hablar con el director del programa para que no volviera a suceder.
Minutos más tarde, explicaba el porqué de su reacción: "Hay errores que se cometen en la vida, una de ellas fue la portada de mis hijas, creo que estaba tan contento que quería enseñárselas a todo el mundo. Al cabo de unos meses, me decía todos los días que me había equivocado y no quiero que aquí, donde me cuidan, ver ese error",