Jorge Javier Vázquez visita a unas espectadoras pero es él quien recibe un sorprendente regalo: "¡Pero Dios santo, si es un burro!"

  • "No has venido aquí solo a merendar", advertía Virginia a Jorge Javier Vázquez

  • “¡Esto se lo tenían callado estos cer***!”, exclamaba Jorge Javier Vázquez

  • Dos espectadoras de 'Sálvame' han regalado a Jorge Javier Vázquez lo que él siempre ha querido: un burro

En una nueva entrega de 'Ding, dong', Jorge Javier Vázquez se ha desplazado hasta la finca de dos espectadoras muy fans de 'Sálvame', Virginia y Rocío. Sin embargo, el presentador ni imaginaba que el sorprendido iba a ser él...

Jorge Javier Vázquez se desplazaba a un lugar indeterminado de Madrid para visitar a Virginia y Rocío que, antes de que sonara el timbre, ya le tenían preparada una manzanilla no muy caliente para que el presentador no se quemara la lengua otra vez: "No vienes de finca ¿Eh?", le preguntaban y él asentía: "Esto es la felicidad extrema vivir aquí".

La sorpresa de Jorge Javier Vázquez

Lo que el presentador no sabía es que la sorpresa se la iba a llevar él. La dirección le sugería que Virginia y Rocío le dieran un paseo por su finca. “No has venido aquí solo a merendar”, le advertía Virginia y le decía que había algo para él: “Si lo quieres, para ti”.

Jorge las seguía mientras decía: “¡Esto se lo tenían callado estos cer***!” Y, nada más salir, gritaba: “¡Ay por favor, lo que estoy viendo!”; “¿Cuántas veces has dicho que querías un burro?”, le preguntaban ellas; “no sabía absolutamente nada”, decía él sin creérselo aún. 

Jorge Javier Vázquez: "Me habéis enviado una señal brutal"

Y es, desde hace años, el presentador ha dicho en público que quería tener un burro: “La vida te pone señales, uno tiene que saber dónde están y hoy me habéis enviado una señal brutal. Hoy sí que puedo decirte que me quedo con el burro”, decía a sus anfitrionas.

Jorge Javier quería saber todo: ¿Necesito tener a alguien que le cuide? ¿Tengo que vallar la piscina? ¿Cómo se lleva con los perros? ¿Dónde duerme en invierno? ¿Puedo salir a pasear con él? ¿Entra en casa?

“Pero ¿Lo vas a meter en el chalet?”, le preguntaba; “sí, este burro se queda en Madrid y lo voy a tener en mi casa de Madrid”, respondía él.