Nuestro archivo está lleno de imágenes de Kiko Matamoros dormido, casi dormido, intentando no quedarse dormido o bostezando. Él siempre lo ha negado pero lo cierto es que se ha echado más siestas en el programa casi que en el sofá de su casa. Ahora, 'Sálvame' consulta con un especialista qué le ocurre al colaborador.
Ha sucedido en multitud de ocasiones y no precisamente en circunstancias propensas al sueño. Por ejemplo, en junio de 2020 se produjo una de las tardes más ruidosas: sonaban la gaitas, María Patiño gritaba tanto que la escuchaban en Galicia sin poner al televisión y muchos le acompañaban cantando y bailando. Sin embargo, Kiko Matamoros ni se inmutaba y, aunque tenía los ojos abiertos, su expresión nos decía que estaba más dormido que despierto.
El colaborador parece haber desarrollado un superpoder y, para excusarse, el colaborador ha puesto todo tipo de excusas, ha dicho hasta que estaba haciendo estiramientos de cuello. Pero ¿Qué le sucede en realidad al colaborador de ‘Sálvame’?
"Voy a contar la verdad de lo que me pasa”, confesaba el colaborador en el plató de ‘Sálvame’ tras ver el vídeo de sus sueñecitos: “Trabajo muchas noches y el entrenamiento, que es un vicio, debería dormir más y no lo hago, duermo poco”. Además, aprovechaba para lanzar una pullita a sus compañeros de programa: “Es tan soporífero lo que dicen algunos que no tengo más remedido que dejarme llevar”.
‘Sálvame’ ha consultado la situación del colaborador con Óscar Larrosa, médico especialista en sueño. El experto nos contaba que a todos nos pasa lo de quedarnos dormidos después de comer alguna vez… pero cuando es algo “habitual” y llama la atención de la persona o de su entorno existe “un problema”.
Por estadística, lo más habitual es que la persona duerma poco por la noche y con un sueño de poca calidad, algo que puede estar producir por el ritmo de vida, actividades, preocupaciones, dolores que le impiden estar cómodo en la cama…
“Que se venga a la discoteca tres noches seguidas”, decía el colaborador en alusión al local donde trabaja y bromeaba: “No duermo bien porque tengo la conciencia sucia”.
Bromas aparte, Kiko respondía que se lo tomará en serio y pedirá consejo a un especialista para que le evalúe. De hecho, nos contaba que ha vivido situaciones de sueño insólitas como el día en que se quedó dormido bajo un altavoz en una discoteca: "Allí me dormí dos o tres horas, mis amigos decía, a ver si se ha muerto, pero respiraba".