Alejandra Rubio se sienta en el 'Deluxe' y lo hace con su madre, Terelu Campos, como entrevistadora. La influencer concederá una entrevista que levanta la polémica y el debate en 'Sálvame' ya que Alejandra, en un principio, no quería participar del mundo televisión. Harta de los comentarios de sus compañeros, Terelu Campos hablaba alto y claro.
En 2018, Alejandra Rubio cumplió 18 años y celebró su mayoría de edad con una fiesta en una discoteca. Posó a la entrada junto a su familia pero la presencia mediática le pasó factura y sufrió un ataque de nervios por el que tuvo que abandonar el photocall.
Al principio tanto ella como su familia aseguraban que quería dedicarse al diseño y no a la televisión. Sin embargo, pronto empezó a hacer apariciones, aunque solo quería hablar de moda. Sin embargo, finalmente comenzó a hablar del mundo del corazón como colaboradora de ‘Viva la vida’ primero y luego colaboradora de otros programas como el debate de ‘La isla de las tentaciones’.
Ahora, Alejandra Rubio se sienta en el ‘Deluxe’ y lo hace de una forma muy especial, será entrevistada por su madre, Terelu Campos, que vuelve a presentar el programa nueve años después.
En el plató de 'Sálvame'', Terelu Campos apuntaba que tendrá que ser Alejandra quien diga por qué ha decidido sentarse, pero la noticia de su entrevista generaba el debate y la polémica. Kiko Matamoros, ante las críticas, se preguntaba si Alejandra tiene que hacer un máster para sentarse en el programa cuando otros tienen mucha menos experiencia que ella. Por su parte, Gema López apuntaba que esto puede ser “pan para hoy y hambre para mañana” y que se sentará por ser "hija de".
Adela González explicaba que a Alejandra se le ha ofrecido colaborar en ‘Sálvame’ en multitud de ocasiones pero esta aclaración no evitaba más críticas, como Laura Fa, que recordaba que Alejandra y su familia habían “renegado” de lo que ahora está a punto de hacer.
“¡Hay una hipocresía aquí que alucino!”, se quejaba Terelu Campos, visiblemente molesta: “Quiero que ustedes sepan que tenemos, todos, el cum laude en hipocresía”. Y es que todos están “encantados” de que los personajes se sienten en el plató, pero luego “los fusilamos” por ello.