Rosa Benito, durante su participación en ‘Gran Hermano VIP’, hablaba de un señor, un amigo con el que se iba a Burgos y, ahora, visita ‘Sálvame’. Jota aseguraba que conoció a Rosa “cuando estaba en un programa de Telecinco” y que le impactó su mirada, en concreto, “el fuego que tiene en los ojos”. Desde plató, ella optaba por la ironía: “¿Me has traído mi regalo de cumpleaños?”, y Jota lo tenía.
Según él, a lo largo de un tiempo intercambiaron mensajes de Twitter, lo que le generó cierta ilusión pero añadía que ella “de pronto, frenó”. Sin embargo, Rosa negaba: “Yo no he tonteado contigo, tengo mensajes de tu voz donde me das nombres y apellidos de gente famosa con la que has estado” y esto fue lo que a Rosa le hizo desconfiar.
Ante la negativa de la colaboradora, Jota nos mostraba los mensajes que han intercambiado a través de las redes sociales. Unas conversaciones en las que Jota piropeaba los ojos de Rosa, parecían a punto de quedar... Pero todo terminaba cuando Rosa descubría que le habían grabado.
Desde plató, ella explicaba que, por casualidad, supo que Jota había hablado con un reportero del programa, con lo que puso punto y final a las conversaciones: “Pienso que lo que quería es lo que estamos viviendo ahora, verte en un programa y hacer lo que estás haciendo, creo que has salido con gente mucho más conocida que yo y no lo has conseguido. Me has cogido para tener tu minuto de gloria”.
Jota le esperaba en un bar cercano a Telecinco, el programa les daba la oportunidad de tomarse en directo ese café que tenían pendiente y la colaboradora, a pesar de sus recelos, aceptaba. Una cámara le seguía hasta el lugar donde Jota le esperaba en compañía de Belén Esteban y Kiko Hernández, que ejercían de camareros. El momento del reencuentro llegaba, se abrazaban, sonreían y Jota lanzaba un mensaje claro: "Puedes confiar en mí, no he buscado mi minuto de gloria contigo, llevo mucho tiempo intentado quedar contigo...", pero Rosa insistía en que no le daba confianza.
Tras una pausa publicitaria, Belén Esteban y Kiko Hernández interrogaban a Jota sobre su situación, él le daba su regalo, una pulsera, y ella lo aceptaba. El colaborador intentaba que se dieran un beso, pero se tuvo que conformar con un abrazo y un beso en la mejilla. “¿Me das una oportunidad?”, preguntaba él; “como amigos”, decía ella. Sin embargo, el programa les proponía tener una segunda cita... Y ella aceptaba.