Rosa Benito salía el pasado jueves 13 de febrero su casa de forma precipitada, ‘Sálvame’ se preguntaba a dónde se dirigía y se valoraban distintas posibilidades. 24 horas después, el programa anunciaba que Rosa podría haber sido ingresada en una clínica. Pasado el fin de semana, Marisa Martín Blázquez confirmaba la noticia: “El jueves tuvo que ser ingresada, se ha deteriorado su estado anímico”.
El programa mostraba unas imágenes de Amador Mohedano. El ya exmarido de Rosa Benito no quería dar detalles al reportero José Antonio León pero sí decía: "Rosa está en un sitio que tiene que estar relajadita un tiempo". A preguntas del reportero, decía que ha sabido la noticia porque así se lo habían comunicado sus allegados, “claro, mi familia y ella”, y aseguraba que estaba puntualmente informado sobre su estado: “Tengo las noticias en todo momento, todos los días dos o tres veces, tanto de mis hijos como de mi hermana Gloria, yo hablaré cuando pase un poco tiempo”.
Amador añadía que su situación se debe a “un cúmulo de cosas, de todo lo que se ha dicho”, calificaba todo lo dicho por Mila Ximénez como “vergonzoso” y concluía: “Entre compañeros no se entiende que haya esos ataques, espero que el tiempo ponga todo en su sitio”.
Sin embargo, el reportero Ion Aramendi aseguraba que nada es lo que parece: “La información que nos llega desde el entorno de Amador es que está súper preocupado porque su familia no cuenta con él para nada, sus hijos le han prohibido explícitamente que vaya a ver a su madre. Está totalmente aislado, al margen de la familia”.
Gema López: "Rosa Benito no se sentó porque no quiso"
En plató tomaba la palabra Gema López. Contaba que el pasado martes 11 de febrero, María Patiño afirmaba en ‘El programa de Ana Rosa’ que Rosa Benito, pese al anuncio de su reaparición, no iba a sentarse en el Deluxe. Diez minutos más tarde, Gema recibía una llamada de la propia Rosa: “Me llama en un estado alterado, pero en el momento que le explico que hay ciertas que no me gustan, cambia, es una Rosa Benito normal y mantiene conmigo una conversación”.
Sin embargo, cuando acababa la conversación, Gema descubría algo que, de nuevo, le descolocaba: "Me entero que Rosa Benito, paralelamente, está hablando con personas de su círculo íntimo sobre el caché que se debería cobrar”. Según la periodista, esta información se podría demostrar y llegaba a una conclusión: “Rosa necesitaba tener gente a su favor como María y yo para contarnos que estaba mal. Está mal, es cierto, pero a la vez estaba hablando de lo que valía su entrevista en el Deluxe. Llegamos al viernes y lo que hace es mantener la confusión”. Por ello, en su opinión “Rosa Benito no se sentó porque no quiso” y pedía a la gente que sacara conclusiones sobre los motivos por los que, en ciertas ocasiones, dudan de la palabra de Rosa Benito.
Kiko Matamoros también tenía algo que decir, valoraba lo ocurrido como “un juego sucio” en lo que a la familia Mohednao se refiere y añadía: “Entiendo que quien estaba dispuesto a sentarse un martes y un miércoles si el caché fuera otro en ‘Sálvame Deluxe’, el viernes a mí no me va a restregar que es la víctima de absolutamente nada”. Es más, el colaborador estaba convencido de que el ingreso “si se ha producido” le parece “un ingreso oportunista" con diversos objetivos: "En primer término para victimizarse (…) En segundo término para rentabilizar una vez más una situación familiar, que es lo que lleva haciendo diez años, y en tercer término para echarnos encima el carro de la basura”.
Aseguraba que habla desde el corazón aunque pudiera estar equivocado: “Si me equivoco pido perdón, pero creo que no”. “No me produce ninguna pena”, continuaba diciendo, “no me produce ningún pudor ni respeto nada de lo que haga la familia Mohedano porque si mi madre está ingresada no estoy cantando en Barcelona”.
Pero había más, Mila Ximénez, que se sentara en el polígrafo para demostrar sus afirmaciones sobre la colaboradora de ‘Sálvame’, apuntaba: “Hay cosas que callé y tú lo sabes porque no sabíamos en qué situación estabas. Dije me voy a ajustar al polígrafo donde no se dijo nada nuevo ¿O abrí un meloncito nuevo?”
Y la polémica se disparaba una vez más. Kiko Matamoros aseguraba que alguien de la familia Mohedano había concedido una exclusiva tras el ingreso de Rosa y Kiko Hernández le ponía nombre: Chayo Mohedano. Las críticas se disparaban y, finalmente, Saúl Ortiz intervenía en directo para confirmar que Chayo Mohedano le había concedido una entrevista pero matizando que no ha cobrado por ello.
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