Tras anunciar que deja los escenarios de forma temporal porque sufre miedo escénico, las cámaras captaban a Pastora Soler, que se disponía a viajar a Madrid para estar con su marido. Afirmaba estar “afectada” pero también “emocionada” por el apoyo y el cariño de la gente.
“Es una decisión muy difícil porque llevo toda la vida en esto”, decía la cantante que, ahora, sólo quiere “descansar”. Sabe que a su lado está tanto su familia como sus compañeros de profesión y a lo largo de estas horas le han hecho llegar mensajes de apoyo. “La verdad es que llevo dos días en una nube, en una pesadilla pero a la vez teniendo ese respaldo y ese cariño de la gente, de mis compañeros y del público”, decía.
Y precisamente al público se dirigía para explicar que no ha dicho adiós a la música: “Es un hasta luego, no creo que pueda estar toda la vida sin hacer algo que llevo 20 años haciendo”.